A las personas mayores
- No desligarse de su hogar, de su entorno, de sus costumbres y de su familia y, por tanto, de su vida cotidiana.
- Mejorar su psicomotricidad y su calidad de vida gracias a ejercicios de fisioterapia y rehabilitación adaptados a sus condiciones físicas.
- Mantener y mejorar sus capacidades cognitivas mediante programas de estimulación y prevenir o retrasar posibles demencias.
- Formentar el mantenimiento de su autonomía e independencia para la realización de las actividades de la vida diaria.
- Mantenerse socialmente activos, en contacto con otras personas y con sus entornos, mediante actividades de animación, visitas, excursiones.
- Asegurarse una correcta alimentación, equilibrada y basada en sus necesidades nutricionales.
- Mejorar su estado emocional y afrontar situaciones de ansiedad, depresión, duelo...
A las familias
- La confianza de que familiar mantendrá su calidad de vida y que se trabajará para mantener su autonomía, su sociabilidad y sus capacidades físicas, mentales, emocionales y conductuales en la medida de lo possible.
- Saber que sus mayores tendrán un seguimiento profesional de su salud, con vigilancia sobre el cumplimiento de sus tratamientos y pautas médicas.
- Recibir consejos y orientaciones para continuar los ciudados en el hogar, siguiendo una misma actuación.
- Disponer de horas de respiro para poder realizar otras actividades personales o profesionales, mejorando así también su propia calidad de vida.
- La tranquilidad emocional de mantener a su mayor en su propio entorno, sin desvincularlo de su casa.
- En casos de personas mayores con primeros síntomas de deterioro, saber que el mayor podrá adaptarse poco a poco a los centros de mayores, facilitando así su posterior ingreso en residencia si esos deterioros evolucionan a estados más graves que dificultan su permanencia en el hogar
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